martes, marzo 27, 2012

Entrevista al poeta Edwin Madrid: «el Perú literario es un país que está dentro de lo mejor que se escribe en lengua española»


El poeta ecuatoriano Edwin Madrid

Por: Mario Pera




Edwin Madrid es uno de los poetas más representativos de las últimas décadas en Ecuador, su singular poesía goza de una amplia aceptación en su país y en el extranjero, habiendo participado en diversos recitales de poesía en el Perú, lo que le ha granjeado varios lectores.
Ha sido merecedor, por su poesía, de varios premios entre los que destacan el Premio Nacional de Poesía Joven «Djenana» (1989), el Premio Nacional Escritores Ecuatorianos de los 90 (1991) y el Premio de Poesía Casa de América de Poesía Americana (2004), este último por su poemario Mordiendo el frío (2004). Asimismo, su obra poética ha sido traducida a varios idiomas como el portugués, inglés, alemán y el árabe.
Además de desarrollarse como poeta, Madrid se desempeña como periodista cultural para diferentes medios periodísticos del Ecuador y del exterior, labores que combina con el ejercicio de su profesión, bibliotecario. Al mismo tiempo, ha sido editor de las publicaciones Obra poética completa, español/inglés de Jorge Carrera Andrade (2003) y de la antología La poesía del siglo XX en Ecuador (2007).
     Edwin Madrid es uno de los poetas ecuatorianos de mayor reconocimiento en la actualidad y, sin duda, resulta interesante para sus lectores  el poder tener un nuevo acercamiento con el poeta, en el que nos permite conocer un poco más sobre él y su poesía.



1. Edwin, he leído que tu relación con la escritura inicia desde que eras niño. Sin embargo, cuando eras joven decidiste estudiar Economía, estudios que luego abandonaste. ¿Por qué quisiste estudiar ciencias?, algo tan distinto de la escritura de poesía, ¿fue la literatura, la poesía en particular, la culpable de que hayas dejado tus estudios de economía?
Cuando decidí estudiar ciencias económicas fue porque creo que la manera de ver el mundo de un escritor, debe ser única y contundente. La Economía me dio esa base, digamos científica, de percibir la realidad de manera más crítica. Por más fantasía o ficción que tenga mi poesía, tiene un polo a tierra, que me permite ir más allá de la simple realidad.
No me gusta regodearme con el lenguaje como si solo fuera técnica. A mí me importa que el poema, en su arrebato, te diga y te deje algo. Por eso, solo estudié economía tres años, el resto ya se iba especializando con cuestiones numéricas que no me interesaban. Es decir, fui a las ciencias por la poesía, y no al revés. Me parece ocioso que quien pretende ser escritor se ponga a estudiar letras. Creo que el escritor debe abrir sus puertas de percepción para ampliar su cosmovisión y ver las cosas infinitas como en verdad lo son. Una silla no solo es lo que vemos, sino cómo la vemos. Por eso, en literatura no solo es importante lo que se nombra, sino cómo se lo nombra.

Segundo poemario de Edwin Madrid, Celebriedad (1990),
obra por la que el autor es reconocido en varias partes del continente

2. Eres bibliotecario, ¿escogiste una profesión tan poco frecuente por algo en particular? ¿El vivir rodeado de libros te ayuda en tu labor artística creativa, o lo sientes como cualquier trabajo rutinario de oficina?
Por esos años, muchos en verdad, cuando abandoné la Economía, sabía que para dedicarme a escribir tenía que trabajar, miré a mi alrededor donde los poetas y escritores, tienen que hacer trabajos tan disímiles con la escritura, y decidí tener un trabajo alimenticio, pero que me permitiera estar cerca de los libros.
Así estudié bibliotecología y entré en la Biblioteca Nacional del Ecuador. Un trabajo que me permite comer para escribir; en ninguna parte del mundo, un joven escritor puede escribir para comer, y en esa búsqueda de la sobrevivencia, puede ocurrir que el mundo laboral te trague y acabe con el poeta que había en ti. Por suerte, yo supe que escribiendo no me iba a hacer rico, pero tengo un trabajo que me permite el contacto diario con los libros y, a veces, lecturas inesperadas que me enriquecen enormemente.


3. Jugaste fútbol profesionalmente hasta que una lesión te separó de las canchas. ¿Qué nos puedes contar de esta experiencia? ¿El dejar el fútbol profesional te hizo reencontrarte con los libros y la poesía?
Esa es una historia que me hace creer que las cosas ocurren por algo, a pesar de que yo escribía desde mucho antes de esa lección. Me metí a jugar profesionalmente porque era otra manera de seguir haciendo lo que a mí gusta.
Tanto el fútbol como la poesía, para mí, son pasiones que me enseñaron a ser coherente con lo que pienso y hago. Poesía y fútbol, cada por su lado, se encuentran en que, para ejercitarlas, no se puede mentir. Un futbolista tiene que demostrar en la cancha que es el mejor, como un escritor debe demostrarlo sobre el papel. Esa era mi ambición cuando quise jugar, y es la misma ambición que tengo siempre que me enfrento con un poema: doy todo de mí, hay un esfuerzo físico y síquico que extrema mi cuerpo y mente para construir mi texto, que creo también lo hace, o debe hacerlo, el futbolista cuando está en la cancha.
Vino la lesión y en esa convalecencia tuve tiempo para lecturas aleccionantes, tanto que dije no al fútbol, no era para mí, lo dejé y, desde entonces, creo que para aprender a jugar futbol se lo hace jugando, como para escribir escribiendo. La diferencia está en que no todos vamos a ser un gran campeón, en el futbol como en la escritura.

Uno de los ultimos poemarios de Edwin Madrid,
Puertas abiertas/Open doors (2000, 2da ed. 2001)

4. ¿Podrías describirnos tu estilo de trabajo, de creación poética? Escoges un tema, creas estructuras, escribes poemas sin seguir un patrón. ¿Cómo estructuras, en general, tus poemarios?
Creo que es una cuestión de método, que lo vas desarrollando con los años. Ahora puedo decirte que sí, que mis libros son temáticos y que voy construyendo de acuerdo a esa necesidad creada a partir de mis sensaciones. Elijo el tema, que puede aparecer por muchas cosas: sueños, lecturas, conversaciones, chismes, realidad real y virtual, etc., basta cualquier indicio que despierte el duende poético para que empieces a elaborar una estrategia de archivo del acervo que te permita ir elaborando tus textos hasta que sientes que el tiempo y el tema lo tienes agotado.


5. En el año 2004 ganaste el Premio de Poesía Casa de América por tu poemario Mordiendo el frío, ¿cómo recibiste la noticia? Se trata de un poemario cuya temática se vincula en buena medida al deseo, al amor erótico, ¿qué otras características tiene este poemario, en tu opinión, que lo distingue frente a tus demás obras en poesía?
Los premios son para disfrutarlos en ese momento, con la gente que más quieres y que está a tu lado. El resto no es interesante. Un premio no te hace escribir mejor.
Mordiendo el frío (2004) recupera el amor romántico y el amor sexual. Son 49 historias construidas como poemas en prosa. Para mí se trata de un poema-novela. Digo, si hay novelas poéticas, ¿por qué no puede haber poemas-novelísticos? Tiene un personaje: Quinto Valerio Catulo, que cuenta y canta su vida sexual y amorosa desde su niñez hasta que alcanza la madurez.  

Poemario Mordiendo el frío (2004), por el que Madrid ganó el
IV Premio Casa de América de Poesía Americana en el año 2004  

6. Edwin, ¿cuán difícil ha sido para ti el hallar una voz poética propia dentro de las muchas influencias que has podido tener por tus lecturas?
Recuerdo que desde que empecé a escribir, lo que más quería, era no parecerme a los poetas coterráneos, que son tan solemnes, oscuros, nostálgicos y tan trágicos. Yo quería que mi poesía tenga la vida. Esa vida que vivirla cada día es una aventura, esto no había en la poesía ecuatoriana, sino en los poetas de otras partes de Hispanoamérica como también de otros ámbitos. Leía sin cesar todo lo que caía en mis manos, y así fui construyendo una mirada irónica o humorística en todo lo que me atrevo a escribir. Pero, sé muy bien que todavía no he alcanzado una voz, la voz inconfundible que tienen los maestros, y esto no me quita el sueño, pues me conformo con ser honesto cuando escribo.

Edwin Madrid leyendo en el marco del 4to festival de
Poesía Latinoamericana celebrado en Viena en el 2007

7. Además de tu labor como poeta y bibliotecólogo, has trabajado como periodista cultural en diversos medios de tu país, Ecuador, y del extranjero. En el Perú, muchos medios de comunicación han restringido al mínimo la sección cultural, ¿cómo ves el panorama del periodismo cultural, en particular el relacionado a la literatura (a la poesía) y a la crítica literaria, en Latinoamérica?
Puedo hablar de lo que pasa en Ecuador, y te aseguro que este segmento del periodismo es nulo en mi país. No hay ni siquiera un suplemento cultural, peor periodistas culturales, lo único que se hace es registrar una agenda cultural: un espacio muy reducido para hablar de la actividad de la ciudad y colgar cosas del cable.
Tampoco existe una revista literaria que dé cuenta de lo que pasa acá con la literatura. Les digo a mis alumnos que ellos son los jóvenes de esta era virtual, y que deberían hacer una revista digital que sea el referente de las letras ecuatorianas, pero los jóvenes de hoy pasan más tiempo preocupados en el chat con sus novias como para meterse a organizar una revista. En consecuencia, la crítica literaria también es nula, y lo que aparece en los medios son palmaditas al escritor de turno, pero nada más.

El poeta Edwin Madrid junto a una leyenda de las letras
y de la poesía ecuatoriana, el escritor Jorge Enrique Adoum

8. ¿Tienes algún o algunos libros de cabecera? ¿A qué autor (es) u obra (s) retornas continuamente?, ¿hay algún libro que hubieras querido escribir?
Mis lecturas cambian con mi experiencia de vida. Cuando era joven, me deleité leyendo lo que más pude de los grandes narradores del Boom latinoamericano, me entusiasmaba y siempre retorno a Borges, sus cuentos, sus poemas, su fina y erudita ironía, el desparpajo lúcido de sus respuestas.
Después leí a los surrealistas y a los norteamericanos, lecturas de traducciones malas y buenas. Ahora leo a mis amigos sin ninguna concesión y trato de ponerme al día con los clásicos, que siempre serán los contemporáneos más interesantes.

Mordiendo el frío (2004) en la edición ganadora del IV Premio
Casa de América de Poesía Americana por la ed. Visor de España
9. Eres uno de los poetas extranjeros invitados al Primer Festival Internacional de Poesía de Lima (FIPLima). ¿Tienes alguna expectativa en torno a este festival? Habiendo participado en varios festivales, ¿qué significa para ti, personalmente, volver a venir a Lima, esta vez en el contexto de un Festival Internacional de Poesía?
Para mí es un placer volver a Lima, al Perú, es un país tan apasionante que siempre digo que los españoles no estuvieron desubicados cuando establecieron virreinatos en Lima y en México, son ciudades-países dueños de una cultura tan apabullante, que conocer lo latinoamericano pasa por este par de países. Y el Perú literario es un país que está dentro de lo mejor que se escribe en lengua española. Admiro su poesía, así que será muy grato volver a abrazar a los amigos y escuchar a los poetas.

Antología La poesía del siglo XX en Ecuador (2007), preparada por el poeta
ecuatoriano Edwin Madrid para la ed. Visor de España

10. Para terminar Edwin, ¿tienes algún proyecto en ciernes? ¿Algún nuevo poemario que vaya a ser publicado o en el que te encuentras trabajando?
Sí, creo que un poeta siempre está escribiendo, incluso cuando no sienta frente a la página en blanco, siempre está escribiendo. Pues hay varias maneras de escribir. Uno construye sus poemas, primero, en la cabeza. Entonces todo el tiempo está recuperando información para construir ese poema que luego pondrá en el papel.





    Biodata
Edwin Madrid. Quito – Ecuador, 1961. Ha publicado en poesía: ¡Oh! Muerte de pequeños senos de oro (1987), Celebriedad (1990), Enamorado de un fantasma (1991), Caballos e iguanas (1993), Tambor sagrado y otros poemas (1995), Tentación del otro (1995), Open Doors (1999), Puertas abiertas/Open Doors (1era. Ed. 2000 y 2da. Ed. 2001), Mordiendo el frío (2004), Lactitud cero° (2005) y La búsqueda incesante (2006); ha editado además: Obra poética completa, español/inglés de Jorge Carrera Andrade (2003) y la antología La poesía del siglo XX en Ecuador (2007).

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